
El Monte de los Olivos puede ser
visto como como un tipo de Templo visitado por el Señor, mostrando algunas
características de estos santos lugares. Poco antes de la crucifixión Jesús se
dirigió con los Apóstoles al Jardín de Getsemaní, ubicado en la parte
occidental del Monte de los Olivos. En este relato es posible notar los tres
espacios sagrados presentes en los templos así como en el monte Sinaí. Al llegar
al Jardín les pide a los discípulos que permanezcan ahí mientras el continúa
con Pedro, Santiago y Juan un poco más adelante. Al avanzar una distancia no
indicada les pide a los 3 Apóstoles que permanezcan en ese lugar mientras él
avanza unos metros más donde botará su preciada sangre (ver Mateo 26:30-39;
Marcos 14:26-36).
Estas tres divisiones eran
claramente vistas en el Templo, el patio para el pueblo de Israel, el Lugar
Santo para los sacerdotes, y el Lugar Santísimo para los Sumo Sacerdotes. Es precisamente
en el Lugar Santísimo que en el Día de la Expiación el Sumo Sacerdote ofrecía
sangre para purgar los pecados de Israel (Levítico 16:15).
Aun antes de la era cristiana el
Monte de los Olivos ya era considerado un lugar Sagrado por los hebreos. Podemos
ver que David adoró a Dios en la cima de este monte (2 Sam 15:30, 32). En la
visión que tiene Ezequiel sobre el Templo, él ve la gloria del Señor descansar
sobe este monte (Ez. 11:22-23).
Se ha mencionado en otros posteos o
artículos del concepto de ascensión que tienen asociados los Templos,
conduciéndonos finalmente a la presencia del Señor, esto lo observamos
literalmente cuando Jesús se despide de sus discípulos y asciende al cielo
entre ángeles desde el Monte de los Olivos (Hechos 1:9-12).
Claramente este monte estaba asociado
a la presencia del Señor y era considerado un lugar sagrado.
Roberto