El primero está entre los versículos 2-4:
2 tú que has mandado a tus siervos que edifiquen una casa a tu nombre en este sitio [Kirtland].
3 Y ahora ves, oh Señor, que tus siervos han obrado conforme a tu mandamiento.
4 Y ahora te pedimos, Padre Santo, en el nombre de Jesucristo, el Hijo de tu seno, en cuyo nombre solamente puede administrarse la salvación a los hijos de los hombres, te pedimos, oh Señor, que aceptes esta casa, la obra de las manos de nosotros tus siervos, la cual nos mandaste edificar.
Otro quiasmo lo podemos ver entre los versículos 24-29:
24 Te pedimos, Padre Santo, que establezcas al pueblo que adorará y honorablemente retendrá un nombre y una posición en ésta tu casa, por todas las generaciones y por la eternidad;
25 que ninguna arma forjada en contra de ellos prospere; que caiga en su propio foso aquel que lo cave para ellos;
26 que ninguna combinación inicua tenga el poder para levantarse y vencer a los de tu pueblo, sobre quienes se ponga tu nombre en esta casa;
27 y si se levanta contra este pueblo gente alguna, enciéndase tu enojo en contra de ellos;
28 y si hieren a este pueblo, tú los herirás; pelearás por tu pueblo como lo hiciste en el día de la batalla, para que sean librados de las manos de todos sus enemigos.
29 Te rogamos, Padre Santo, que confundas, asombres, avergüences y llenes de confusión a todos los que han esparcido calumnias por el mundo en contra de tu siervo o siervos, si no se arrepienten cuando se les proclame el evangelio sempiterno a sus oídos;
Gorton identifica los otros dos entre los versículos 7-19; y 29-50.
Lo que personalmente me llama la atención es que el quiasmo se ha considerado siempre una estructura hebrea antigua, y esta oración fue dada originalmente en inglés. Deduzco que esta forma poética no es hebrea propiamente, sino parece ser que es una forma poética de los cielos que fue revelada a los hebreos así como a José Smith.